Dentro de las diversas actividades que se realizaron durante el desarrollo del Diplomado de Gestión Ambiental Veterinaria 2015, el pasado 30 y 31 de Noviembre, los alumnos junto a sus coordinadores Dra. Valeria Rojas y el Dr. Cristian Pérez, culminaron las actividades prácticas del curso en la localidad de Olmué, lugar que forma parte de la reserva de la Biosfera y Parque Nacional “La Campana”.
Dado el contexto e importancia de la zona y guiados por la Dra. Daniela Benavides, se realizaron una serie de actividades que buscaban exponer la importancia de la comunidad en la construcción de un proyecto territorial sostenible y afable con el medio ambiente. Durante las dos jornadas, los alumnos pudieron interactuar y conversar con distintos actores de la comunidad, los que expusieron su historia, conflictos, preocupaciones, aspiraciones y fortalezas, evidenciando la importancia de conocer, integrar e incentivar la participación y articulación de la comunidad a la hora de gestionar programas sobre temáticas ambientales y de desarrollo local.
Tras extensas instancias de intercambio y conversación con la comunidad, los alumnos percibieron que la ejecución de un programa de gestión ambiental, en sus aspectos teóricos como herramientas, se basa en su relación de equilibrio con la comunidad y las áreas de desarrollo local. Así mismo, la gestión ambiental exitosa demanda de la participación de una comunidad informada, interiorizada y articulada en sus propósitos y aspiraciones para su territorio, traduciéndose en el empoderamiento de la comunidad como actor esencial en la edificación de programas para su territorio, junto al gobierno local y los privados.
Así mismo, los alumnos percibieron que para generar una comunidad articulada y participativa, es fundamental el proceso de comunicación entre las personas. Independiente del rol de cada persona, el acto de comunicación debe ser trasparente, claro y sencillo, con el fin de que el mensaje y su propósito sea captado exitosamente. Hablar entre vecinos, hablar con autoridades, como profesional a la comunidad, entre otras instancias demandan de una comunicación expedita, sin embargo, el proceso de planificar y ejecutar proyectos consensuados implica muchísimos procesos de comunicación entre los actores. Diversos relatos de personas de la comunidad, evidenciaban que muchos conflictos socio-ambientales, con autoridades, sociales o personales, no habían tenido solución porque generalmente las diferentes partes no interactúan ni intercambian opiniones, solo “demandan, exigen y ejecutan” dijo en vecino. Es por esto, que esta salida a terreno, además de aplicar los aspectos teóricos aprendidos en el curso, permitió que los alumnos pudieran comprender que el éxito de un plan de gestión, se fundamenta en la interacción con otras personas y su proceso de comunicación, el cual se basa en la construcción de confianza y el equilibrio entre escuchar y hablar, pudiendo así conocer a las personas y transmitir de la mejor forma nuestro mensaje.
Para finalizar, durante esta jornada los alumnos recorrieron distintas parte de la localidad conociendo su historia, sus problemas y potencialidades. Conocieron realidades de distintos vecinos que apuntan a desarrollar sus actividades de forma sostenible y afable con el medio ambiente, así como otros compiten entre sí. También se apreció que los procesos de articulación vecinal son necesarios, pero de costosa realización, ya que implican tiempo, desgaste y muchas veces de un trabajo solitario. En conclusión, los alumnos pudieron percibir en terreno, que la edificación de planes y programas de gestión ambiental, implican la relación con el territorio, la comunidad, su historia y sus planes de desarrollo, en otras palabras, los alumnos evidenciaron que “hacer gestión ambiental” implica una conversación y acuerdo entre la comunidad, el desarrollo y el medio ambiente.
Constanza Cabello
Estudiante Diplomado Gestión Ambiental 2015